El 2016 fue muy complicado para todos. Se convirtió en ese niño que siempre le recuerda a la maestra que dejó tarea, en la señora gorda que estorba la entrada del metro, en señor de 70 años de uber que no sabe usar waze. Todo un fastidio. Como saben (o no) los primeros seis meses fueron de los peores de mi vida. Afortunadamente sobreviví y ahora, desde la comodidad del 2017, haré un recuento de las cosas que aprendí el año pasado. -Siempre hay que ponerse vergas en el metro y en la ciudad en general. -Dejar la Coca Cola no es tan fácil como pensaba. -Hay personas cuyo odio hacia ti no tiene qué ver con envidia, simplemente les cagas por alguna razón. -La industria del cine está por la verga y solo espera a que llegues y la salves. -Aunque te afecten decisiones pendejas, nunca hay mal que por bien no venga. O ese pedo. -El karma está bien cabrón. -Hay personas más preocupadas porque criticas su mal trabajo que por corregirlo. -Mis redes sociales fueron espiadas...