Viene viene, viene viene la tranzota del gobierno. El tema de los parquímetros anda en boca de todos los habitantes de las colonias Roma y Condesa. Insisto en que es lo más interesante que le ha pasado a éstas colonias desde que yo nací. En diciembre fui a una de las reuniones informativas (de las cuales me enteré de milagro porque jamás se difundieron) Pintaban a los parquímetros como una solución mágica para acabar con los problemas de tránsito (no sé cómo si los parquímetros son una medida de recaudación, no de ordenamiento) y sobre todo, acabar con los franeleros. ¡A huevo! Yo no soporto a los franeleros, ésta es la solución que tanto he esperado, me dije ingenuamente. En la reunión dijeron que harían una consulta ciudadana el 13 de enero para saber si la gente quería o no parquímetros, justo cuando todos regresábamos de vacaciones y sin tener idea de qué chingados trataba el tema. “Aquí hay algo raro”, pensé. El descontento se incrementó al ent...