Viene viene,
viene viene la tranzota del gobierno.
El tema de
los parquímetros anda en boca de todos los habitantes de las colonias Roma y
Condesa.
Insisto en
que es lo más interesante que le ha pasado a éstas colonias desde que yo nací.
En diciembre
fui a una de las reuniones informativas (de las cuales me enteré de milagro
porque jamás se difundieron) Pintaban a los parquímetros como una solución
mágica para acabar con los problemas de tránsito (no sé cómo si los
parquímetros son una medida de recaudación, no de ordenamiento) y sobre todo,
acabar con los franeleros.
¡A huevo! Yo no soporto a los franeleros, ésta es la
solución que tanto he esperado, me dije ingenuamente.
En la
reunión dijeron que harían una consulta ciudadana el 13 de enero para saber si
la gente quería o no parquímetros, justo cuando todos regresábamos de
vacaciones y sin tener idea de qué chingados trataba el tema. “Aquí hay algo raro”, pensé.
El descontento se incrementó al enterarnos que los
residentes tendríamos que pagar por estacionarnos en frente de nuestras casas.
Sí, se da un tarjetón de gratuidad, pero los requisitos son ridículos. Por
ejemplo: piden que tu auto esté a nombre del dueño de tu casa, o sea que si
rentas, ya valiste. Si no tienes escrituras de tu casa, ya valiste. Si no
tienes una foto tuya con pie grande, ya valiste. Yo no tengo cochera, las casas y edificios de
esas colonias tienen muchos años, no fueron diseñados para tener garajes. O
sea, que me obligarían a pagar más de 100 pesos al día por dejar mi carro en la
calle y a moverlo cada tres horas.
Hell no.
Empezó enero
y pensé que votar NO a los parquímetros era un tanto egocéntrico, tal vez
debería ponerme en los zapatos de la
mayoría y así, tomar una mejor decisión. Pero no contaba con los amistosos e
inteligentísimos de mis vecinos, sobre todo de la Condesa, sus únicos
argumentos eran: Odio a los franeleros, odio a los franeleros, odio a los
franeleros. ¿Ya mencioné que odian a los franeleros?
Me di cuenta
que a ésta gente le valen madres el resto de los vecinos, como yo, que no tengo
cochera, o los que rentan, o los no tienen escrituras, etc.
Cada vez me
convencía más de votar NO, sobre todo cuando me enteré que si las autoridades
hicieran su trabajo y simplemente aplicaran la ley de cultura cívica PUM, adiós
franeleros.
También hay cientos de restaurantes, bares y antros en Roma-Condesa,
¿quién da tantos permisos? La misma delegación. ¿Cómo se combate eso?
Implementando un plan parcial de desarrollo.
Habiendo estas dos excelentes soluciones, ¿por qué los parquímetros?
¿Por qué un simpe parche al problema? Ah, pues hay que ver quién está detrás
del proyecto ecoParq.
Resulta que uno de los principales impulsores de los
parquímetros es el ex director territorial de
Roma-Condesa.
Vaya, vaya, la misma persona que permitió que antros,
bares y restaurantes proliferaran (muchos de manera ilegal) y que permitió que
los franeleros secuestraran las calles, es el que se presenta como el
mesías ecologista. Mis nalgas.
Aquí hay
millones de por medio.
Es fácil crear un problema social (franeleros) y
presentar una solución milagrosa a la gente que ya está harta (parquímetros)
Ese fue un lavado de cerebro brutal. La gente por el sí sólo te puede decir que
odia a los franeleros, nada más.
Bien jugado, ecoParq, bien jugado.
La consulta
se pospuso al 20 de enero y le dio tiempo a un grupo de vecinos de hacer
caminatas informativas, acompañadas de perifoneo y repartición de volantes. Eso
sin duda fue parte vital.
El 20 votaron más de 10 mil personas. Yo anduve
de mesa en mesa, vigilando. Incluso, me quedé hasta las 3 de la mañana en la
mesa de la Condesa en donde se recontaron los votos porque los vecinos
reportaron un intento de fraude.
Al
final, el NO se impuso.
Ahora
resulta que pondrán parquímetros en unas zonas y en otras no.
La delegación y
ecoParq de verdad cree que somos estúpidos. Es la misma estrategia de
Polanco-Anzures. Los pones en un lugar, esperas a que el “efecto cucaracha” se
apodere de las otras colonias y KABOOOM, los pones a las 4 de la mañana para
que nadie te vea.
Señores de ecoParq, sepan que estamos listos para eso. Si la
calle es de todos, entonces vamos a defenderla.
Me decepcionan
mis vecinos del sí, totalmente cerrados.
El atole con el dedo que les dieron debe estar delicioso. Bien por ustedes que
permiten tranzas y corrupción. Yo no.
Ahora soy un
defensor de los derechos de la gente, ¿dónde está mi premio Nobel de la paz?
Comentarios
Publicar un comentario