Ir al contenido principal

:(

Como saben (o no), la mayor parte de mi tiempo hace unos años se desperdiciaba en el famoso parque México. Si quieren información sobre él, lean mis libros.
El año pasado me informaron que sería restaurado, lo cual está bien porque muchas zonas ya están muy jodidas.
Lo que no me dijeron fue cuánto tardaría la restauración. Ni cómo la iban a llevar a cabo.
Resulta que cerraron todo el redondel (un lugar... pues redondo donde siempre solía estar) impidiendo que se juegue fútbol, que se patine; vamos, no puedes ni pasar.  Está cerrado desde noviembre y así permanecerá por al menos un año y medio. Pero conociendo a los idiotas de la delegación, con año y medio se refieren a 46 años.
Dejé de ir diario meses antes de que lo cerraran, la verdad me aburría y las personas que veía todos los días por 7 años comenzaron a caerme mal. No le di tanta importancia cuando pasé y vi las tablas de 2 metros de altura que cubren la obra.
Fue hasta ayer que me cayó el veinte.  Regresaba de cumplir mis importantísimas y secretas tareas de siempre y pasé por ahí. No había nadie. Ni siquiera estaban los abusivos vendedores de papas que te venían una bolsita a cambio de todo el oro del mundo. Nadie.
Me senté en mi lugar favorito del universo (una jardinera) a observar la obra. Los albañiles estaban pintando varios pilares (de color naranja porque el gobierno quiere que todo sea de color metro para recordarnos que lo subieron, imagino). Entonces me puse a pensar en todo lo que había vivido ahí.
Comencé a ir al parque desde niño, de hecho ahí aprendí a caminar. Mi mamá me llevaba a una feria que ponían todos los domingos donde convivíamos con la población original de la Condesa, no los mamadores que ahora la invaden. Luego empecé a ir todos los días en el primer semestre de prepa; todos iban a echar "la reta". Odiaba a mis compañeritos pero pues me gusta jugar fútbol.  Ahí hice muchos amigos, ahí conocí a muchas chicas sensuales e hice mis primeras loqueras.
De ahí salieron varias de las personas más importantes de mi vida.
Ahí reencontré a personas aún más importantes de mi oscuro pasado.
Por eso no pude evitar sentirme muy triste al verlo cerrado. 
No pude evitar sentir que estaban destruyendo todos los recuerdos de mi infancia y adolescencia. Los mejores recuerdos.
Ese parque no era mi segunda casa, era mi casa.

Cuando me di cuenta, ya habían pasado cuarenta minutos.

Me fui.

Seguramente volveré hoy. Me sentaré en el mismo lugar y recordaré todos los golpes que nos dábamos al caernos cuando llovía. O como todos me detestaban porque las chicas sensuales siempre querían estar conmigo y no con mis amigos. O como defendíamos de la policía a Pavel, un franelero drogadicto que siempre jugaba con nosotros.
Y muchas cosas más, cosas muy importantes.

Pero hey, si creen que me quedaré de brazos cruzados, están muy equivocados. De hecho, fiel a mi costumbre, ya organizo una manifestación. 

:D



Comentarios

Entradas populares de este blog

El penúltimo post

Entrar aquí es regresar a un lugar donde alguna vez viví, un sitio que conozco perfectamente. Abro la puerta y examino el pasado, buscando algo, cualquier cosa que le dé sentido a este regreso. Pero no encuentro más que vacío. Mentiras desparramadas como escombros, máscaras rotas que crujen bajo mis pasos, bromas que jamás tuvieron gracia. Todo está destruido. Me detengo a respirar, pero me ahogo con el aire contaminado de recuerdos. Encuentro un espejo, uno que no recordaba, y me miro, esperando encontrar al que alguna vez fui, al que habitó este lugar. Pero la oscuridad lo devora todo. No hay rostro, no hay nada. Cierro la puerta con fuerza y decido quemarlo todo. Este lugar, este momento y esta historia ya no existen.  ¿Ha pasado tanto tiempo? Sí. Y solo avanza. Nunca regresa. Hubo un día, uno que no puedo borrar, en el que tomé la decisión que me trajo exactamente aquí, a este lugar frío y vacío. Aquí no hay paredes ni horizonte, pero la falta de límites no libera; al contrario...

La metáfora del Paketaxo

Hace días tuve una interesante conversación con alguien a quien llamaremos P ingüino.   Hablábamos de La Mujer. Deben saber que el muchacho tenía tres o cuatro fans, pero por una serie de eventos, jamás les hizo caso. Lo cuestioné un poco más sobre ellas, a lo que respondió con la siguiente frase: " Voy a usar la metáfora del Paketaxo". Los Paketaxos son como las mujeres: Hay cuatro (4) tipos. Primero tenemos al Paketaxo amarillo. A ese nadie lo quiere, siempre es la última opción y prefieres no comer nada que meter la mano y encontrar un sabritón. No digo que no te lo chingarías, pero solo lo harías si estuvieras muriendo de hambre o estuvieras muy ebrio. Luego está el Paketaxo Verde. No es mucho mejor que el amarillo, pero te llama más la atención. Puedes acabártelo sin pedos y a veces, podrías buscar más. Sigue sin ser el ideal, pero como botana está bien.  Seguimos con el Paketaxo Azul. El mejor de todos. Cada cosa que tiene es deliciosa y perfecta y matarías...

El último post

Damas y caballeros, estimados lectores que me han acompañado durante más de una década: Como saben (o no) este es el último post de Porque Algo . Sí, el final. Si lograron sobrevivir a pandemias, terremotos y cualquier otra travesura del destino, los felicito; ustedes son un público tenaz, justo como esperaba. Ahora, sé lo que se están preguntando: “Maestro, ¿por qué cierra su sensual blog lleno de humor mordaz e infinitas referencias a Los Simpson?” La respuesta es simple: ya no soy El Maestro. El 2024 me arrebató todo: mi tranquilidad, mi felicidad, mi estabilidad física y emocional, mis sueños, mis deseos… y mi Nintendo. Y aunque ustedes piensen, “Pero usted siempre supera todo, ¿QUÉ ESTÁ SUCEDIENDO?” , les diré que sí, de hecho, superé algo más grande: a mí mismo. El Maestro se vio reducido a un simple aprendiz que tendrá que tomar una nueva forma. Pero, nada que unos meses de costosa terapia en casa de la chingada no pudieran remediar. No entraré en detalles. Nunca lo he hecho, ¿...