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Lo que aprendí en Brasil 2014 es:

Que todo el continente americano está hecho para perder. 
Cuando México quedó eliminado, todo el país empezó a usar el meme "no era penal" en lugar de cuestionar por qué el imbécil de Aquino no marcó a Sneijder. Nadie mencionó que México se echó cobardemente para atrás los últimos 30 minutos. Los periodistas deportivos declaraban que la afición mexicana podía estar contenta y satisfecha con el desempeño del equipo, pues aunque perdió, dio su mejor esfuerzo. 
La selección regresó a México y había más de dos mil personas esperándolos en el aeropuerto. A México le encanta la mediocridad, pensé. Vamos a aplaudirles por cometer el mismo error de siempre, vamos a llamarlos héroes por quedarse en octavos de final como hace cuatro y ocho y doce años. Pero no solo México. Cuando Colombia quedó eliminado, todos culparon a los árbitros por estar a favor de Brasil. Nadie mencionó que Colombia simplemente, igual que México, es un equipo de nivel medio que no puede ganarle ni a ese infame representativo carioca. Nadie mencionó que sigue habiendo niveles en el fútbol. Colombia regresó a su país y casi armaron fiesta nacional.
Igual Costa Rica. Todos los eliminados de América se fueron "como grandes". (Menos Honduras, claro, esos solo fueron a aprovechar la comida tres veces al día y el agua caliente).
Bueno, bueno, son equipos chiquitos, pensé. Seguro Brasil o Argentina no piensan igual.
Pues no.
Brasil culpó (increíblemente) también al arbitraje y a la lesión de Neymar. No tuvo nada qué ver que son unos bultos.
Y luego el subcampeón, Argentina. Orgullosos porque al menos "no nos comimos siete, pelotudos", culpando al arbitro, diciendo que jugaron como nunca.
¿Saben cuántos equipos europeos se fueron como los grandes?
Ninguno.
Los diarios ingleses e italianos declararon que sus selecciones habían fracasado.
Portugal fue una decepción según la prensa de allá. España solo dio las gracias por esos 8 magníficos años y luego se pusieron a llorar por el carnaval que armaron.
¿Cómo chingados puede estar la gente orgullosa después de haber perdido?
No estoy diciendo que no se reconozca el esfuerzo que se hizo, pero hay que ser críticos y reconocer que México, por ejemplo, murió por sus errores. México no dejó todo en la cancha, hubo enormes desconcentraciones (como la del hijo de puta de Aquino).
Nunca podré entender cómo le hacen para perder y seguir como si nada.
A la mayoría los han educado con la pinche frasesilla de "lo importante no es ganar, es participar". ¿Creen que Alemania iba solo a participar? ¿A hacer el mejor papel posible?
No, chingadamadre, Alemania iba a ganar. A ser campeón. Y además jugando bien. 
Pensaba que solo México tenía esa mentalidad, pero es toda América.
¿Por qué? ¿Cómo le hacemos para pensar solo en ganar y hacer hasta lo imposible para lograrlo? ¿Por qué somos unos conformistas mediocres?
Si saben la respuesta, rólenla. No es como si yo fuera la persona más exitosa del mundo tampoco, pero fui criado con otra mentalidad. Siempre me motivaron a dar lo mejor porque, "el segundo lugar es el primero en perder"
Y bueno, eso fue lo que aprendí. Y que Adidas puede hacer uniformes muy bonitos como el de Alemania y bodrios como el de México.
Y que los croatas ladran pero no muerden.
Y que los africanos y asiáticos no sirven para nada.
Y que las lagrimas argentinas son lo más delicioso que hay.
Y que Aquino es un grandísimo estúpido.

Con este post regreso a mi blog. No es el mejor post, ni es gracioso, pero me esforcé en escribirlo y creo que eso es lo que cuenta.
Chingas a tu madre, Javier Aquino.

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