Como saben (o no) el museo Tamayo albergó la exposición "Obsesión Infinita" de Yayoi Kusama, una artista japonesa muy famosa... and shit.
¿Qué problema tiene con eso, Maestro? se preguntarán: Pues que no pude verla por tanta pinche gente. No, no estoy en contra de la cultura, el problema fue la pésima organización que no permitía obtener boletos a menos que acamparas ahí toda la noche. Conocí a una pareja que llegó desde 1993 y aun así no pudo entrar.
Las dos veces que traté de ingresar había mínimo 700 miserables en la fila. Ugh.
Pero hey, si como yo tú tampoco pudiste entrar a ver el arte de la maldita asiática estúpida, no te preocupes, El Maestro propone hacer tu propia exposición con juegos de azar y mujerzuelas:
-Primero que nada, debes encontrar un lugar donde haya chingos de personas idiotas. Recomiendo metro Polanco en viernes de quincena.
-Segundo: Consigue lucesitas. Pueden ser de la serie navideña que recién quitaste.
-Vas a necesitar pintura. Ve a tu Comex más cercano y compra varios galones (sugiero 9) de varios colores. También necesitaras varios pinceles Stippler de tamaño 3 ó 4 (los pinceles son clave, sin ellos no podrás recrear la experiencia). Llega al lugar de la exhibición y pinta puntitos por todos lados. Atrévete a experimentar y píntate la cara, la asiática esa lo haría.
-Consigue gente incompetente que no dé información sobre tu exposición. Podrían ser empleados de gobierno cualquiera, pero para obtener mejores resultados intenta utilizar jóvenes sin idea de lo que es el trato con la gente. Y deben ser feos. Muy feos.
-Lo más importante: Permite que más de 500 personas se formen hasta por 9 horas, pero no les digas que solo tienes 10 boletos.
-Es indispensable que nadie le entienda a tu exposición, debe estar más sobrevalorada que Leonardo DiCaprio. Recuerda: Lo más importante NO es acercar a los mexicanos a la cultura, sino la foto en el cuarto de cosas blancas con puntitos rojos.
-Cobra 350 pesos la entrada. Si vas a verle la cara a un montón de tarados, hazlo como un profesional.
-Finalmente, no dejes entrar judíos. Imagina que tratas de tomar unas 36 selfies en el cuarto de lucesitas y te encuentras con uno. Desagradable.
Con estos consejos, nadie recordará la expo pitera esa y tú tendrás a miles de babosos haciéndote rico.
De nada.
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