Ir al contenido principal

2013


-Me siento extraño. Como vacío. Y desesperado por algo.
-¿Por qué?
-Yo qué sé.
-¿Y vacío cómo?
-Ummm, como si me faltara algo.
-¿Tu alma gemela? Pensé que era Tal Persona.
-Nah. No mi alma gemela. Algo como un equilibrio. 
-Explica eso.
-Mmmm... no me gusta estar con alguien como yo. 
-¿Qué? Ahora sí no te entendí.
-O sea... al ser como yo, lo conozco perfectamente. Es predecible. Sé qué hará y cómo, lo que dirá y lo que sentirá. Lo detesto.
-Pero Tal Persona no era así.
-Lo era a veces. No siempre. Pero no solo me refiero a ella. En general. Detesto a los que son como yo.
-¿Un caos? 
-Sí. Es la palabra correcta. Caos. Pero no entiendo por qué.
-Mmm... si estabas bien con ella... nunca me dijiste exactamente por qué terminó todo.
-No. Ni yo sé. Alguna idiotez, como siempre.
-Piensa en eso... 
-Ya lo he hecho. No lo entiendo. 
-Creo que no buscas amor, ni afecto, nada por el estilo. Tampoco compañía. Creo buscas equilibrio. 
-¿Equilibrio cómo?
-Necesitas a alguien que sea tu opuesto. Alguien que no se enoje cuando tú te enojes. Alguien que no se desanime cuando tú lo estás. 
-¿Por qué?
-Porque así te sientes perdido. Necesitas que tu opuesto te diga que todo estará bien, no que también caiga en depresión. 
-No necesito nada... no quiero a mi lado positivo apoyando al negativo para sentirme bien.
-Bueno, quizá no por eso. Habías dicho que tus emociones últimamente eran artificiales. Todo te parecía indiferente. Y cuando algo estaba bien, creabas caos para sentirte mal. Pero, de forma contradictoria, eso te hacía sentir bien. 
-Sigo sin entender la función de mi contraparte.
-Cumple una función de catarsis. Necesitas a alguien con quien quejarte y que te desafíe. Al no tenerlo, esas emociones no salen, se quedan atrapadas y te vuelves loco.
-Si estoy con alguien igual a mí, me dará la razón en todo momento. No puedo explotar. Eso tiene sentido. Creo. 
-Pero no sé por qué necesitas el caos en tu vida.
-Yo sí. Eso no importa. 
-Yo no soy tu contraparte, ¿cierto?
-No. Pero tampoco eres como yo. 
-Ah, qué bien. 
-Si no tengo equilibrio no puedo estar en paz. Ya me voy.
-Estás bien loco.
-Nah, estoy muy cuerdo. Eso es lo peor.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El penúltimo post

Entrar aquí es regresar a un lugar donde alguna vez viví, un sitio que conozco perfectamente. Abro la puerta y examino el pasado, buscando algo, cualquier cosa que le dé sentido a este regreso. Pero no encuentro más que vacío. Mentiras desparramadas como escombros, máscaras rotas que crujen bajo mis pasos, bromas que jamás tuvieron gracia. Todo está destruido. Me detengo a respirar, pero me ahogo con el aire contaminado de recuerdos. Encuentro un espejo, uno que no recordaba, y me miro, esperando encontrar al que alguna vez fui, al que habitó este lugar. Pero la oscuridad lo devora todo. No hay rostro, no hay nada. Cierro la puerta con fuerza y decido quemarlo todo. Este lugar, este momento y esta historia ya no existen.  ¿Ha pasado tanto tiempo? Sí. Y solo avanza. Nunca regresa. Hubo un día, uno que no puedo borrar, en el que tomé la decisión que me trajo exactamente aquí, a este lugar frío y vacío. Aquí no hay paredes ni horizonte, pero la falta de límites no libera; al contrario...

La metáfora del Paketaxo

Hace días tuve una interesante conversación con alguien a quien llamaremos P ingüino.   Hablábamos de La Mujer. Deben saber que el muchacho tenía tres o cuatro fans, pero por una serie de eventos, jamás les hizo caso. Lo cuestioné un poco más sobre ellas, a lo que respondió con la siguiente frase: " Voy a usar la metáfora del Paketaxo". Los Paketaxos son como las mujeres: Hay cuatro (4) tipos. Primero tenemos al Paketaxo amarillo. A ese nadie lo quiere, siempre es la última opción y prefieres no comer nada que meter la mano y encontrar un sabritón. No digo que no te lo chingarías, pero solo lo harías si estuvieras muriendo de hambre o estuvieras muy ebrio. Luego está el Paketaxo Verde. No es mucho mejor que el amarillo, pero te llama más la atención. Puedes acabártelo sin pedos y a veces, podrías buscar más. Sigue sin ser el ideal, pero como botana está bien.  Seguimos con el Paketaxo Azul. El mejor de todos. Cada cosa que tiene es deliciosa y perfecta y matarías...

El último post

Damas y caballeros, estimados lectores que me han acompañado durante más de una década: Como saben (o no) este es el último post de Porque Algo . Sí, el final. Si lograron sobrevivir a pandemias, terremotos y cualquier otra travesura del destino, los felicito; ustedes son un público tenaz, justo como esperaba. Ahora, sé lo que se están preguntando: “Maestro, ¿por qué cierra su sensual blog lleno de humor mordaz e infinitas referencias a Los Simpson?” La respuesta es simple: ya no soy El Maestro. El 2024 me arrebató todo: mi tranquilidad, mi felicidad, mi estabilidad física y emocional, mis sueños, mis deseos… y mi Nintendo. Y aunque ustedes piensen, “Pero usted siempre supera todo, ¿QUÉ ESTÁ SUCEDIENDO?” , les diré que sí, de hecho, superé algo más grande: a mí mismo. El Maestro se vio reducido a un simple aprendiz que tendrá que tomar una nueva forma. Pero, nada que unos meses de costosa terapia en casa de la chingada no pudieran remediar. No entraré en detalles. Nunca lo he hecho, ¿...