Ir al contenido principal

De extorsiones

Si viven en el D.F., sabrán que es muy común y que están de moda las extorsiones por teléfono. Te llaman diciendo que tienen a algún familiar tuyo secuestrado, o te piden dinero. 
Hace poco un amigo me mostró la grabación sobre una extorsión fallida y puse a investigar más del tema porque soy un paranoico y quería estar listo por si un día llamaban. Y al fin pasó.
Ayer al rededor de las 5 de la tarde, llamaron a mi residencia (yo no estaba). Contestó mi hermano a quien por protección llamaremos Manolín. El sujeto del teléfono dijo ¿Cómo estás, primo? Cuánto tiempo sin saber de ti. El dude tenía un marcado acento norteño.  Manolín platicó con él unos segundos sin dar gran información. Luego, el tipo preguntó por mi mamá. Ella contestó y él dijo Hola tía, ¿cómo estás?. Cuando mi mamá preguntó quién era, solo dijo ¿Cómo que quién? Soy el más guapo de los Farfán. Ella dudó unos minutos hasta que al fin dijo ¿Eres Julio? ¿Julio Farfán Dublán? Y él dijo Ese mero, tía, caray, te tardaste en adivinar. Mencionó que había venido al D.F. por unos días y que quería vernos. Mi mamá (aunque se le hizo raro) dijo que le llamara al día siguiente (hoy) a eso de las once de la mañana para ponerse de acuerdo. 
Cuando llegué a casa me informaron la situación y de inmediato mi mente comenzó a tener ideas de secuestro relacionado con alguna secta narcosatánica-política-empresarial. 
Obviamente pensé en la extorsión, pero jamás pidió dinero. Además, mi mamá mencionó que "el primo Julio" era muy despistado, ¿por qué menciono esto?: Porque no tengo ningún primo Julio. La persona que decía ser, Julio Farfán Dublán, es mi tío y vive en Los Ángeles. Como es despistado seguro había olvidado nuestro parentesco.  Antes de colgar, el tipo dijo Nos vemos, tía linda, te quiero mucho.  Ese fue su primer gran error, mi verdadero tío es más seco que el desierto del Sahara. 
Decidí darle el beneficio de la duda y esperar a que llamara de nuevo.  En ese lapso de tiempo, mi mamá seguía dudando, sobre todo porque su voz y su manera cariñosa de expresarse no encajaban con el verdadero tío Farfán.
Pues bueno, a las once en punto de la mañana, el primo Julio volvió a llamar. 
Mencionó que estaba por Polanco, así que mi mamá le dijo que se vieran a la 1 (una) de la tarde en "Plaza Galerías Miguel Hidalgo", a lo que él respondió Perfecto, tía, sí ubico donde. 
Otro error pendejo: Plaza Galerías Miguel Hidalgo no existe. 
Hicimos un maravilloso plan maestro basado en tácticas de espionaje ruso: Íbamos a ir por el rumbo de Polanco. Cuando estuviéramos ahí, esperaríamos a que el tipo notara que la plaza no existía y cuando nos llamara, lo citaríamos en un lugar real. Si mi mamá lo reconocía, nos acercábamos, si no, le echábamos a la banda pa' que lo matara.
Pero nunca fuimos a Polanco. Una media hora después de haber acordado lo de la Plaza, el primo Julio llamó diciendo que había chocado, que no tenía seguro y que necesitaba 5 mil pesos. Yo tenía razón. Como siempre.
Nos quedó claro que el dude solo quería robar nuestro dinero que con otras extorsiones habíamos gana... digo, que trabajando duro habíamos ganado. 
El miserable o era novato o era estúpido. Si vas a extorsionar a alguien, al menos asegúrate de saber a quién llamas, quién vas a decir que eres y no quedar en ir a lugares inexistentes. 
Además, el verdadero tío Julio (como toda mi familia) es rico, nunca nos habría pedido dinero. Y cuando viene usa chofer, odia manejar en el D.F.
Volvió a llamar y mi mamá ya no quiso contestar, pero la convencí de jugar con el sujeto. Mi mamá le dijo Oye, hijo, fíjate que acaba de llegar mijo. Él tiene contactos en PGR, ahorita arregla tu situación.  El extorsionador, experto en lidiar con situaciones no previstas dijo Ah... eh... bueno, pásamelo.
Les dejo la conversación que tuvimos. No ha sido alterada de ninguna forma, es real:

Yo: ¿Bueno?

Baboso: Hola, ¿primo? ¿Qué pasó, primo? 

Yo: ¿Qué pasó, primo? ¿Chocaste? ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Estás bien?

Baboso: Sí, primo. Ira, te voy a contar qué paso: Iba yo manejando tranquilo e iba a llamar a mí tía linda pero se me cayó al celular...

Yo: Ajá...

Baboso: ... pues me agaché a levantarlo y no me fijé y le pegué a un señor en una camioneta. Y se bajó y me gritó muy feo, primo, es de esas personas peladas que te hablan con pura grosería, primo.


Yo: Íjole, primo, qué mal... ¿pero tú estás bien? Dime exactamente dónde estás y me lanzo para allá. ¿O puedes manejar tú la situación?

Baboso: Este... ando por acá por Perisur, choqué acá en el... en periférico (Recuerden que había dicho que estaba en Polanco) Pero no, primo, no vengas, solo apóyame con el dinero. Te digo que el señor este está muy agresivo y no quiero que... pueda pasarte algo o que haga algo, esta loco el señor.

Yo: A ver, primo, usted es un Farfán, primo. No seas marica, a ver, ¿cómo que está agresivo el señor? A ver, ¿traes la pistola, primo? 

Baboso: ... este... la... ¿la pistola, primo? ... ... ... ¿Acá en el D.F?

Yo: Pues sí, primo, ¿por qué la duda? ¿Cuándo le ha temblado la mano a un Farfán? ¿Cuando te ha temblado la mano a ti pa' darle un plomazo a alguien? ¿No te acuerdas de lo de Hidalgo, primo? No seas nena, métele un plomazo al viejo y pélate y nos vemos en mi casa...
  
Baboso: Ah, caray primo, pus... no me tiembla la mano, primo, pero trae a su hija. A su niña... y pues no le quiero hacer nada malo, primo...

Yo: Ay no mames, primo, ¿desde cuándo importa que sean niños? Si ya te haz echado a varios jajaja. Ya mételes un plomazo, ¿qué quieres que le diga a mi tío? ¿Le digo a tu papá? Jajaja, ¿luego por qué te ponían vestido cuando eras niño. Pinche joto jajaja...

Baboso: ... ... ... ... (Se escucha a dos personas susurrar) 

Yo: ¿Qué pasó, primo? ¿Ya? No escuché...

Baboso: No, primo, es que ya llegaron patrullas y no quiero problemas... mejor nada más pásame la lana, primo... me están pidiendo 10 mil, primo...

Yo: Ajá, carajo, primo, siempre has sido re miedoso tú. A ver, pues, te voy a dar la lana. Nomás una pregunta...

Baboso: Muchas gracias, primo, caray. A ver, dime...

Yo: ¿Cómo me llamo?

Baboso: ... ¿cómo que cómo te llamas, primo?

Yo: Sí, ¿cómo me llamo? Di mi nombre.

Baboso: ... ... ...

Yo: ¡Que digas mi nombre! 

Baboso: ... ... ... no pos no sé como te llamas, primo...

Yo: ¡Jajajajajaja, estúpido!

Baboso: ... ...

Yo: Bueno, primo, ya no me quites más el tiempo, ojalá se arregle lo de tu choque... practícale más porque estás ultra pendejo.

Baboso: *Cuelgan*

Y el baboso ya no volvió a llamar. Después de eso lo reportamos a las autoridades y nos dijeron que el número tenía ya 14 reportes por extorsión, solo el día de hoy. El muchacho trabaja mucho. Y bueno, esa es la historia. La moraleja de hoy es que yo sería mejor extorsionador. O no. 
Pero ya saben, nunca den datos a desconocidos a menos que sean sensuales. No se dejen sorprender.

*Este post fue presentado por el departamento de prevención y burla al delito de El Maestro*




Comentarios

Entradas populares de este blog

El penúltimo post

Entrar aquí es regresar a un lugar donde alguna vez viví, un sitio que conozco perfectamente. Abro la puerta y examino el pasado, buscando algo, cualquier cosa que le dé sentido a este regreso. Pero no encuentro más que vacío. Mentiras desparramadas como escombros, máscaras rotas que crujen bajo mis pasos, bromas que jamás tuvieron gracia. Todo está destruido. Me detengo a respirar, pero me ahogo con el aire contaminado de recuerdos. Encuentro un espejo, uno que no recordaba, y me miro, esperando encontrar al que alguna vez fui, al que habitó este lugar. Pero la oscuridad lo devora todo. No hay rostro, no hay nada. Cierro la puerta con fuerza y decido quemarlo todo. Este lugar, este momento y esta historia ya no existen.  ¿Ha pasado tanto tiempo? Sí. Y solo avanza. Nunca regresa. Hubo un día, uno que no puedo borrar, en el que tomé la decisión que me trajo exactamente aquí, a este lugar frío y vacío. Aquí no hay paredes ni horizonte, pero la falta de límites no libera; al contrario...

La metáfora del Paketaxo

Hace días tuve una interesante conversación con alguien a quien llamaremos P ingüino.   Hablábamos de La Mujer. Deben saber que el muchacho tenía tres o cuatro fans, pero por una serie de eventos, jamás les hizo caso. Lo cuestioné un poco más sobre ellas, a lo que respondió con la siguiente frase: " Voy a usar la metáfora del Paketaxo". Los Paketaxos son como las mujeres: Hay cuatro (4) tipos. Primero tenemos al Paketaxo amarillo. A ese nadie lo quiere, siempre es la última opción y prefieres no comer nada que meter la mano y encontrar un sabritón. No digo que no te lo chingarías, pero solo lo harías si estuvieras muriendo de hambre o estuvieras muy ebrio. Luego está el Paketaxo Verde. No es mucho mejor que el amarillo, pero te llama más la atención. Puedes acabártelo sin pedos y a veces, podrías buscar más. Sigue sin ser el ideal, pero como botana está bien.  Seguimos con el Paketaxo Azul. El mejor de todos. Cada cosa que tiene es deliciosa y perfecta y matarías...

El último post

Damas y caballeros, estimados lectores que me han acompañado durante más de una década: Como saben (o no) este es el último post de Porque Algo . Sí, el final. Si lograron sobrevivir a pandemias, terremotos y cualquier otra travesura del destino, los felicito; ustedes son un público tenaz, justo como esperaba. Ahora, sé lo que se están preguntando: “Maestro, ¿por qué cierra su sensual blog lleno de humor mordaz e infinitas referencias a Los Simpson?” La respuesta es simple: ya no soy El Maestro. El 2024 me arrebató todo: mi tranquilidad, mi felicidad, mi estabilidad física y emocional, mis sueños, mis deseos… y mi Nintendo. Y aunque ustedes piensen, “Pero usted siempre supera todo, ¿QUÉ ESTÁ SUCEDIENDO?” , les diré que sí, de hecho, superé algo más grande: a mí mismo. El Maestro se vio reducido a un simple aprendiz que tendrá que tomar una nueva forma. Pero, nada que unos meses de costosa terapia en casa de la chingada no pudieran remediar. No entraré en detalles. Nunca lo he hecho, ¿...